jueves, 1 de marzo de 2012

El Postre del día. Entrevista a Kasparov


En los artículos de estrategia que les he traído he hecho referencia en repetidas ocasiones a la apreciación de Kasparov de que la valoración en ajedrez comprende 3 componentes. Material, tiempo y calidad de la posición.

Encontré una de las entrevistas que se le hicieron a Kasparov el año anterior, en donde se refiere a este tema pero también a otros importantes aspectos relacionados con el aprendizaje del ajedrez en la actualidad, los retos que implica la abundancia de información en la actualidad y la toma de decisiones.

Al igual que en la entrevista de ayer, tal ves en diferentes palabras pero una de las cosas que Kasparov menciona tiene que ver con los errores que comentemos al jugar. Karpov básicamente dice que si nos equivocamos en la partida esto no tiene que importarnos. Lo que paso ya paso y debemos enfocarnos en la situación que tenemos en frente, no en el error que cometimos hace 2 jugadas. Kasparov nos dice que debemos salir a jugar sin temor a equivocarnos.

El otro aspecto que me interesa más es el del manejo de la información. Hace algunos años que considero que la abundancia de información que tienen los jugadores más jóvenes hoy en día está en realidad limitando sus posibilidades de crecimiento. Kasparov se refiere a esta paradoja en su entrevista. 

- ¿Las decisiones, en el ajedrez actual, se toman en forma más automática?

Kasparov: Jugamos ajedrez rápido y, muchas veces, por Internet. Además, la computadora es un componente de la preparación. Cuando era niño tenía pocos libros a mi alcance y cada ejemplar era un tesoro que leía con avidez; había que esforzarse para encontrar información. Ahora, con un clic del mouse se accede a millones de partidas. Con tanta información tenemos un problema logístico diferente: ¿cómo diferenciar lo valioso de lo que no aporta nada, lo falso de lo auténtico?


- ¿Qué se incorpora y qué se ignora?

Kasparov: Una interesante paradoja es que antes teníamos menos información y más tiempo para decidir, y hoy tenemos más información y menos tiempo. De hecho, soportamos mayor presión. El gran peligro en nuestra época es que muchos dirigentes confían en que encontrarán una respuesta y no toman la iniciativa, no quieren asumir el riesgo de decidir. Pero, al final del día, somos nosotros y no las computadoras los que tomamos decisiones. Si usted quiere triunfar debe aprender a no dejarse aplastar por la información. Creo que muchos quedan sepultados bajo el huracán de datos.

- ¿Cómo evitarlo?

Kasparov: No hay una receta universal. Primero, uno debe entender que la computadora no es un dispositivo que lo hará feliz con respuestas pre-cocidas; sólo brinda información. Segundo, uno debe diseñar su propia fórmula para aceptar o rechazar información. Para trabajar con lo que nos rodea y ajustar nuestra propia fórmula de toma de decisiones, es muy importante reconocer nuestras fortalezas y debilidades. Me entristece escuchar los típicos discursos de autoayuda, que apuntan por igual, cuando en realidad cada persona es excepcional. Algunos se sienten más cómodos con los datos; otros, como yo, son más intuitivos. Algunos son más pacientes, pueden esperar todo el tiempo del mundo; otros son más impacientes. No creo que la paciencia, la impaciencia, la objetividad y la intuición sean buenas o malas en sí mismas. Son componentes. Antes de decidir, uno debe analizar los componentes de su mecanismo de toma de decisiones. Anatoli Karpov tenía un estilo no diría defensivo pero sí cuidadoso. Era un genio para obtener el máximo efecto con los mínimos recursos. Yo era más agresivo. Podía barrer a mis rivales con los ataques. A mí no me gustan los detalles; prefiero captar el panorama global, y reconocer cómo puedo compensar la pérdida de material con calidad o tiempo, o a la inversa.


- ¿Material, tiempo y calidad?

Kasparov: Estoy trabajando en un libro en el que desarrollo una teoría según la cual los tres elementos esenciales del mecanismo de decisión son el material, el tiempo y la calidad. Lo más complicado es la calidad: en ajedrez puede ser la estructura de peones, el espacio o las piezas activas; en la vida, la calidad se manifiesta de muchas formas. El material es obvio. Y el tiempo es operativo: tiempo versus dinero, tiempo a cambio de material. Pero la calidad implica diversos elementos, y mucha gente no sabe cómo insertarla en su escala de valuación. Al elegir, comparamos. Cuando optamos entre invertir en una nueva casa o enviar a nuestros hijos a la universidad también entra en juego la calidad, aunque no seamos conscientes de ello. En definitiva, siempre se trata de ajustar la estrategia en términos de material, tiempo y calidad.


- ¿La intuición es algo innato o se puede adquirir?

Kasparov: Todos tenemos intuición, pero hay que usarla más a menudo. Es como un músculo que debe ejercitarse. Uno no se guía por la intuición si no posee confianza en sí mismo. Es tarea nuestra aprender a confiar en la intuición. Desarrollar la confianza tiene que ver con animarse a actuar sin miedo a equivocarse, que es algo que usted recomienda en sus charlas. Lo que recomiendo no es equivocarse a propósito, desde luego, sino aceptar la posibilidad de cometer errores. Muchos temen equivocarse y eso les impide avanzar. El miedo se presenta de diversas formas en la toma de decisiones: como miedo a equivocarse, miedo al cambio, a lo desconocido, a dañar a los seres queridos... Pero, dado que habrá errores, es mejor prepararse psicológicamente y sentirse cómodo con la idea de que uno alguna vez se equivocará. Cuando supere ese temor, podrá aprender de sus errores y su carrera no se detendrá. Creo que el mayor problema de Bobby Fischer luego de consagrarse campeón mundial en 1972 fue el miedo a perder. Ahí la vida se detiene. La gente siempre teme equivocarse, pero si reconoce ese miedo puede ser más objetiva y darse cuenta cuando está a punto de cometer un error. De ese modo la persona libera energía, no está congelada, tiene un punto de vista más amplio.


- ¿Qué lecciones del ajedrez suele aplicar en su vida cotidiana?

Kasparov: Una de las más importantes fue aprender a ser objetivo. Por eso pude permanecer tanto tiempo en la cima. No me avergoncé de mis errores ni de aprender de los más jóvenes. Para mí la verdad última era la más importante y, si me daba cuenta de que me había equivocado, no dudaba en reconocerlo, primero ante mí mismo y luego ante los demás. Actualmente, en mi actividad política en Rusia estoy envuelto en un juego sin reglas o, mejor dicho, con una sola regla, y es que mis oponentes del Kremlin cambian las reglas según su conveniencia. Saber que ésta es, precisamente, la regla, nos permite darnos el lujo de formular una estrategia de largo plazo. Estrategia es supervivencia táctica y es diseñar planes alineados con el potencial personal.


- ¿Por qué dejó de competir?

Kasparov: Tenía otras cosas que hacer. Para mí, la vida tiene que ver con marcar una diferencia. Así lo hice en el ajedrez durante 25 años. Ahora creo que mi experiencia, mi energía y mis recursos pueden ser destinados a otra cosa. Mi prioridad es Rusia, pero también doy conferencias en otros lugares. Tengo algo que decir y no quiero quedarme quieto. Siento que el mundo está atorado sin visión estratégica, y que necesitamos encontrar un rumbo.



Interesante entrevista que en lo personal me dejo mucho en lo que pensar.

Espero disfrutaran el postre de hoy tanto como yo.

Buen día!


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