Con Paul Morphy inicio toda una revolución en el ajedrez y
el juego dio un salto cualitativo tras sus ideas, tras la implementación de
varias de las mismas en su teoría clásica por parte de Steinitz.
Antes de Morphy la llamada escuela romántica de ajedrez
dominaba el juego. Sus jugadores se caracterizaban por buscar la brillantez en
sus juegos a toda costa. Los sacrificios de material para derrumbar las
barreras del rey rival a como diera lugar.
Con Morphy se añade un nuevo elemento al juego. Él era tan
capaz como sus contemporáneos de jugar
de manera espectacular y de sacrificar material para llegar hasta el monarca
enemigo, pero en su caso, estos sacrificios solían tener un sólido fundamento
estratégico detrás de ellos.
Principalmente en el ámbito de la apertura, él demostró
tener una mayor comprensión de esta fase del juego, dominando a la perfección
los principios de rápido desarrollo y sacrificando en muchas ocasiones material,
para de esta forma alcanzar situaciones donde a cambio del material tenía una
gran ventaja en el despliegue.

Cuando se llega a una posición teórica después de la jugada
quince, probablemente pueda parecer que no sea tan necesario pensar en estos
principios de apertura de forma consciente. Y sin embargo, partida tras partida
vemos juegos donde algunos jugadores son
incapaces de castigar (y en ocasiones percibir) que su rival ha cometido un
error de concepto en la apertura o que ha “doblado” de manera sospechosa alguna
de las reglas del desarrollo.
Y es que efectivamente, son muchas las situaciones en que
estás reglas se pueden dejar hasta cierto punto de lado (principalmente en
posiciones cerradas) para lograr un
objetivo estratégico o impedir una idea del rival. Pero está flexibilidad tiene
un límite y si somos incapaces de percibir este límite y de castigar al rival
por pasarlo, nuestro nivel de ajedrez va a estar debajo de lo que debería
estar.
Por eso durante los próximos dos meses quiero abordar está
fase de la apertura con profundidad, hacer múltiples ejercicios que le ayuden a
mejorar su comprensión de estos principios y a mejorar su técnica de ataque
para que sea capaz de castigar a un rival que pase la línea entre flexibilidad
y temeridad.
Pero ahora veamos un ejemplo de lo que les he dicho hasta
aquí y para esto empezaremos con un par de partidas del primer gran Maestro en
el juego de apertura, el gran Paul Morphy.
Espero que disfrutaran el artículo de hoy.
El próximo miercoles seguiremos con Morphy y su legado y el viernes con la técnica en el final.
Saludos!
Mauricio Arias
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Todo comentario debe ser respetuoso. Les pido por favor que cualquier comentario que no tenga que ver con ajedrez (problemas de Federaciones o Clubes por ejemplo) los reserven para otros blogs que brinden espacio a estos temas.