En los artículos de estrategia que les he traído he hecho
referencia en repetidas ocasiones a la apreciación de Kasparov de que la
valoración en ajedrez comprende 3 componentes. Material, tiempo y calidad de la
posición.
Encontré una de
las entrevistas que se le hicieron a Kasparov el año anterior, en donde se
refiere a este tema pero también a otros importantes aspectos relacionados con
el aprendizaje del ajedrez en la actualidad, los retos que implica la
abundancia de información en la actualidad y la toma de decisiones.


- ¿Las decisiones, en el ajedrez actual, se toman en forma más automática?
Kasparov: Jugamos ajedrez
rápido y, muchas veces, por Internet. Además, la computadora es un componente
de la preparación. Cuando era niño tenía
pocos libros a mi alcance y cada ejemplar era un tesoro que leía con avidez;
había que esforzarse para encontrar información. Ahora, con un clic del
mouse se accede a millones de partidas. Con tanta información tenemos un problema logístico diferente: ¿cómo
diferenciar lo valioso de lo que no aporta nada, lo falso de lo auténtico?
- ¿Qué se incorpora y qué se ignora?
Kasparov: Una interesante
paradoja es que antes teníamos menos información y más tiempo para decidir, y
hoy tenemos más información y menos tiempo. De hecho, soportamos mayor presión.
El gran peligro en nuestra época es que muchos dirigentes confían en que
encontrarán una respuesta y no toman la iniciativa, no quieren asumir el riesgo
de decidir. Pero, al final del día, somos nosotros y no las computadoras los
que tomamos decisiones. Si usted
quiere triunfar debe aprender a no dejarse aplastar por la información.
Creo que muchos quedan sepultados bajo el huracán de datos.
- ¿Cómo evitarlo?
Kasparov: No hay una receta
universal. Primero, uno debe entender que la computadora no es un dispositivo
que lo hará feliz con respuestas pre-cocidas; sólo brinda información. Segundo, uno debe diseñar su propia fórmula para
aceptar o rechazar información. Para trabajar con lo que nos rodea y ajustar
nuestra propia fórmula de toma de decisiones, es muy importante reconocer
nuestras fortalezas y debilidades. Me entristece escuchar los
típicos discursos de autoayuda, que apuntan por igual, cuando en realidad cada
persona es excepcional. Algunos se sienten más cómodos con los datos; otros,
como yo, son más intuitivos. Algunos son más pacientes, pueden esperar todo el
tiempo del mundo; otros son más impacientes. No creo que la paciencia, la
impaciencia, la objetividad y la intuición sean buenas o malas en sí mismas.
Son componentes. Antes de decidir, uno debe analizar los componentes de su
mecanismo de toma de decisiones. Anatoli Karpov tenía un estilo no diría
defensivo pero sí cuidadoso. Era un genio para obtener el máximo efecto con los
mínimos recursos. Yo era más agresivo. Podía barrer a mis rivales con los
ataques. A mí no me gustan los detalles;
prefiero captar el panorama global, y reconocer cómo puedo compensar la pérdida
de material con calidad o tiempo, o a la inversa.
- ¿Material, tiempo y calidad?
Kasparov: Estoy trabajando
en un libro en el que desarrollo una teoría según la cual los tres elementos esenciales del mecanismo de decisión son el
material, el tiempo y la calidad. Lo más complicado es la calidad: en
ajedrez puede ser la estructura de peones, el espacio o las piezas activas; en
la vida, la calidad se manifiesta de muchas formas. El material es obvio. Y el
tiempo es operativo: tiempo versus dinero, tiempo a cambio de material. Pero la
calidad implica diversos elementos, y mucha gente no sabe cómo insertarla en su
escala de valuación. Al elegir, comparamos. Cuando optamos entre invertir en
una nueva casa o enviar a nuestros hijos a la universidad también entra en
juego la calidad, aunque no seamos conscientes de ello. En definitiva, siempre
se trata de ajustar la estrategia en términos de material, tiempo y calidad.
- ¿La intuición es algo innato o se puede adquirir?
Kasparov: Todos tenemos intuición, pero hay que
usarla más a menudo. Es como un músculo que debe ejercitarse. Uno no se
guía por la intuición si no posee confianza en sí mismo. Es tarea nuestra aprender a confiar en la intuición. Desarrollar la
confianza tiene que ver con animarse a actuar sin miedo a equivocarse, que
es algo que usted recomienda en sus charlas. Lo que recomiendo no es
equivocarse a propósito, desde luego, sino aceptar la posibilidad de cometer
errores. Muchos temen equivocarse y eso
les impide avanzar. El miedo se presenta de diversas formas en la toma de
decisiones: como miedo a equivocarse, miedo al cambio, a lo desconocido, a
dañar a los seres queridos... Pero,
dado que habrá errores, es mejor prepararse psicológicamente y sentirse cómodo
con la idea de que uno alguna vez se equivocará. Cuando supere ese temor, podrá
aprender de sus errores y su carrera no se detendrá. Creo que
el mayor problema de Bobby Fischer luego de consagrarse campeón mundial en 1972
fue el miedo a perder. Ahí la vida se detiene. La gente siempre teme
equivocarse, pero si reconoce ese miedo puede ser más objetiva y darse cuenta
cuando está a punto de cometer un error. De ese modo la persona libera energía,
no está congelada, tiene un punto de vista más amplio.
- ¿Qué lecciones del ajedrez suele aplicar en su vida cotidiana?
Kasparov: Una de las más importantes fue
aprender a ser objetivo. Por eso pude permanecer tanto tiempo en la cima. No me avergoncé de mis errores ni de
aprender de los más jóvenes. Para mí la verdad última era la más importante
y, si me daba cuenta de que me había equivocado, no dudaba en reconocerlo,
primero ante mí mismo y luego ante los demás. Actualmente, en mi actividad
política en Rusia estoy envuelto en un juego sin reglas o, mejor dicho, con una
sola regla, y es que mis oponentes del Kremlin cambian las reglas según su
conveniencia. Saber que ésta es, precisamente, la regla, nos permite darnos el
lujo de formular una estrategia de largo plazo. Estrategia es supervivencia
táctica y es diseñar planes alineados con el potencial personal.
- ¿Por qué dejó de competir?
Kasparov: Tenía otras cosas
que hacer. Para mí, la vida tiene que ver con marcar una diferencia. Así lo
hice en el ajedrez durante 25 años. Ahora creo que mi experiencia, mi energía y
mis recursos pueden ser destinados a otra cosa. Mi prioridad es Rusia, pero
también doy conferencias en otros lugares. Tengo algo que decir y no quiero
quedarme quieto. Siento que el
mundo está atorado sin visión estratégica, y que necesitamos encontrar un
rumbo.
Interesante entrevista que en lo personal me dejo mucho en lo que pensar.
Espero disfrutaran el postre de hoy tanto como yo.
Buen día!
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